La relación entre Paulina Urrutia y Augusto Góngora comenzó el año 1997. Desde entonces, la pareja no se ha separado y ahora pasan sus días de cuarentena juntos en su casa de La Reina.
En este contexto, y teniendo en cuenta que Augusto fue diagnosticado con Alzheimer en 2014, la actriz y ex ministra de Cultura habló con LUN y contó la manera en que cuida a su marido durante este tiempo.
Si bien Urrutia relató que el proceso no ha sido tan fácil, debido a los cuidados que requiere Augusto y su trabajo como docente en la Universidad de Talca, los días también le han traído satisfacciones.
“La situación es muy compleja porque la exigencia se ha triplicado. En este caso la persona depende exclusivamente de ti, para todo. Para levantarse, para comer, para beber agua, para todo. Obviamente estoy más estresada y más demandada que antes. Pero yo siempre veo el lado positivo. La vida es así. No sirvo para sufrir”, dijo.
En este contexto, Paulina Urrutia asume que Góngora es muy dependiente de ella, debido a la enfermedad neurodegenerativa que padece.
“Me siento feliz al lado de este hombre»
“A él no se le puede quitar un ojo de encima. Eso es así. O sea, yo creo que el gran tema de todo esto es la dependencia de Augusto hacia mí. Y en estos casos de cuarentena eso se agudiza, porque es una dependencia absoluta. Incluso hemos llegado a la situación en que si yo no le digo algo, no hace nada. Eso es muy demandante. Muy exigente, porque uno siente que si uno no hace algo, esa persona no está haciendo nada”, expresó.
Sin embargo, también contó que estos días le han entregado alegría, dejando ver que su esposo está agradecido de sus cuidados.
“También aparece el lado maravilloso. Por ejemplo el otro día yo hice un arroz asqueroso, pésimo. Pero nos comimos el arroz hasta el final. Y cada vez que yo le daba una cucharada de arroz con vienesas a Augusto, porque eso le di, él decía ‘mmmm, qué rico’, jajaja. Entonces te das cuenta de tantas cosas, que la vida es así, llena de dificultades, pero también de lo otro, de lo bonito”, relató.
“Me siento feliz al lado de este hombre. Y las cosas que se ven horribles, que son terribles, al final son bellas a su lado”, finalizó.