Todos nos hemos enterado como la zona sur de Chile, sobre todo la isla de Chiloé, lo están pasando mal producto de la marea roja que ha obligado a las autoridades a decretar zona de catástrofe en el borde costero de la Región de Los Lagos, ya que sería la más severa que se ha presentado en los últimos años.
¿Pero qué es la marea roja? De acuerdo a un documento del Laboratorio de Toxinas Marinas del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad e Chile, «se entiende como marea roja a un fenómeno natural provocado por el incremento numérico de alguna o algunas microalgas en el agua, las que al ser el alimento de organismos marinos, como los moluscos bivalvos, pueden provocar daños en la salud de las personas que los consumen, además de pérdidas económicas para la acuicultura y la actividad extractiva«.
Bajo ciertas condiciones ambientales, como temperatura del agua, salinidad, luminosidad y disponibilidad de nutrientes, las algas proliferan en forma explosiva, las floraciones algales, y pueden ser tóxicas o no tóxicas.
Las no tóxicas «corresponden a floraciones de microalgas que debido a su repentino incremento numérico, afectan la disponibilidad y/o captación de oxígeno, provocando eventos de mortalidad en peces y otros organismos».
Las tóxicas «corresponden a floraciones de microalgas que en su metabolismo generan sustancias altamente tóxicas, conocidas con el nombre de toxinas marinas. Los moluscos filtradores, que se alimentan de microalgas concentran estas toxinas en sus tejidos, convirtiéndolos en alimentos altamente tóxicos, que pueden provocar enfermedades severas e incluso la muerte de quienes los consuman».
Daniel Carrasco, jefe del Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de Chile, detalló a BBC Mundo que cuando alguien consume estos alimentos contaminados los efectos se reflejan en su sistema nervioso y una parálisis muscular «que puede llevar a una parálisis respiratoria y, si la persona no es tratada a tiempo, puede causar la muerte en un lapso bastante corto».
En Chiloé además se sumaría que los pescadores locales responsabilizan a las salmoneras de esta crisis, por el vertimiento de salmones muertos al mar, situación que aún no ha sido comprobada, ya que podría generar otro fenómenos.