Hacer deporte es saludable a nivel personal, pero ahora se ha descubierto que también influye positivamente en la descendencia.
Según un estudio realizado en Alemania, practicar alguna actividad física puede provocar que las siguientes generaciones sean más inteligentes. Esto, debido a que se generan unas moléculas de ácido ribonucleico (ARN) gracias al entrenamiento.
Y es que estas moléculas, como todas las ARN, cumplen la función de ser los mensajeros de la información genética, así que cuanto más ejercicio hagas, mejor pasará la información por tu organismo.
Esta investigación se ha llevado a cabo durante años con ratones, a los que se les puso a hacer deporte para mantenerse en forma y luego reproducirse.
Y al cabo de varias generaciones de ratones, se llegó a la conclusión que aquellos que habían practicado deporte continuamente tenían una descendencia mucho más inteligente.