Este martes, el papa Francisco promulgó una ley que tiene relación con levantar el secreto pontificio para los casos de abuso sexual a menores.
Esta nueva norma, busca apurar el paso de las denuncias desde la autoridad eclesiástica a los tribunales civiles, sobre todo en países donde la legislación obliga a esto.
Lee también: La aplaudida respuesta de Carlos Zárate a usuaria que lo instó a «irse a su país»
Según señala el diario El País, esta norma comienza a regir de forma inmediata y en cada país las diócesis estarán obligadas a entregar a las autoridades la información disponible sobre casos de abusos a menores. Eso sí, esta norma no afecta al secreto de confesión.
“Los documentos no serán de dominio público pero, por ejemplo, se facilitará la posibilidad de una colaboración más concreta con el Estado. La diócesis que tiene una documentación determinada ya no está ligada al secreto pontificio y puede decidir —como debe hacer— colaborar transmitiendo copia de la documentación también a la autoridad civil”, explicó Andrea Tornielli, director editorial de la Santa Sede.
Compromiso de Francisco con las víctimas
Con esto, el papa busca demostrar su compromiso con la entrega de información a las víctimas y comunidades afectadas.
“Por ejemplo, por los impedimentos que existían hasta este momento la víctima no tenía la oportunidad de conocer la sentencia que siguió a su denuncia, porque existía el secreto pontificio”, agregó Tornielli.
Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de Karadima, señaló a El País que esta ley “se venía pidiendo hace muchos años porque permitía que obispos y cardenales se escudaran detrás de esto para esconder crímenes espantosos”.
“La iglesia chilena es un modelo de cómo hacer mal las cosas. Muchos obispos deberían estar en la cárcel, pero siento que se les acabó el carnaval de la oscuridad y ahora tienen que colaborar con la justicia, entregar los documentos y dejar de escudarse tras esta pared del secretismo», agregó.