En FMDOS te contamos del escalofriante crimen que ocurrió en Valdivia, donde un hombre denunció a su hijo de 19 años, después de encontrarle un brazo humano en su mochila.
Este jueves el progenitor contó más detalles de la noche en que su hijo llegó con restos de un hombre, en la audiencia de formalización.
De acuerdo al padre del joven, la madrugada del 21 de abril su hijo llegó a la casa a eso de las 3:30AM, habiendo bebido tras una pelea con su pareja.
En la casa se puso a escuchar música, lo que provocó una discusión con su progenitor. Tras esto, el joven salió nuevamente de la casa.
Horas más tarde, a eso de las 7AM, él volvió al lugar y su papá se dio cuenta de que tenía manchas de sangre en las manos, por lo que le dijo que se fuera. El joven sobre llegó a sentarse a una banca cerca de la casa.
Según el hombre, decidió ir a hablar con su hijo. Ahí fue cuando el él le dice una preocupante frase: “Papá, me mandé una cagá, revisa la mochila”.
Cuando lo hizo, su progenitor se encontró con que “tenía un brazo humano completo, como del codo hacia abajo”.
Antecedentes
La fiscal jefe de Valdivia, Tatiana Esquivel, dio a conocer algunos antecedentes sobre el incidente reunidos por la policía.
Al parecer, el joven estuvo compartiendo con tres personas en la Plazuela O’Higgins, donde estuvieron bebiendo, hasta que el joven terminó sacando un cortaplumas para atacar a uno de ellos.
Según la fiscal, una de las personas se quedó dormida, mientras que otra fue atacada por el mismo joven, a quien le cortó el brazo.
En la formalización igualmente se conocieron detalles previos, como un informe psicólógico hecho cuando el joven tenía 17 años y fue acusado como presunto responsable de un incendio.
En él se da cuenta que el imputado, tras la muerte de su madre muy joven y un abandono temporal de su padre, habría comenzado a tener problemas con el consumo de alcohol y drogas. Ahí se registró también que el joven «escucharía voces» que le decían que se matara.
Cristián Otárola, a cargo de la defensa, explicó que en el análisis cognitivo-intelectual, “la perito destaca en un inmenso informe, que -el imputado- tiene una disminución de su capacidad cognitiva, con un potencial intelectual limítrofe (…) distorsión perceptual”.
Ante esta información previa, la Fiscalía coordinó con el Servicio Médico Legal un peritaje psiquiátrico para que un médico del Estado examine su condición mental, para descartar alguna patología, además de crear un perfil psicológico del sujeto.
Tras la audiencia de formalización, el joven quedó en prisión preventiva durante los 120 días de la investigación.