En España acaban de lanzar un reality show que pondrá a prueba la vocación de mujeres que quieren dedicar su vida a la religión. Serán cinco veinteañeras las que participarán de «Quiero ser monja» durante seis semanas en una congregación para confirmar si realmente merecen serlo.
La vida que llevan ahí dentro implica sacrificios y tuvieron que renunciar a comodidades, aparatos tecnológicos como los celulares, y por supuesto a sus parejas. Se acuestan a las 10 de la noche y se levantan a las seis de la mañana. Además, deberán cumplir con actividades sociales, tales como cuidar niños, orar en conventos de clausura, enseñar y colaborar en una misión en la selva amazónica.