Si estás embarazada y tienes previsto casarte durante este proceso, lo importante es que cuides tu salud y no te expongas a riesgos innecesarios. ¡Revisa estos consejos!
Durante la planificación
- En los primeros meses del embarazo es normal que sufras de náuseas, fatigas y mareos. Además, te sentirás más cansada de lo habitual y necesitarás dormir bien, así que no te sobre exijas ni intentes hacerte cargo de todo sola. Lo ideal es que se dividan las tareas con tu prometido, pero que tú te quedes con aquellas que no requieran mayores esfuerzos. Por ejemplo, revisar proveedores por Internet o diseñar las invitaciones desde tu computador.
- También es bueno que te rodees de una red de apoyo compuesta por tus amigas más cercanas, tu madre o tu hermana. Así podrás delegar tareas en ellas, quienes sin duda estarán gustosas de ayudarte.
- Entre las citas al doctor, amueblar la habitación y todos los preparativos que conlleva el nacimiento de un bebé, es probable que se te olviden algunas cosas relacionadas al matrimonio. Para ello, descarga una aplicación para que puedas tener en tu celular toda la información que necesitas a la mano.
- Si estarás con un estado avanzado del embarazo el día del matrimonio, lo mejor será planear una ceremonia para el mediodía o la tarde, versus una celebración en la noche. Ello, pues en horario nocturno los matrimonios tienden a ser más largos y agotadores.
Al momento de elegir el vestido
- Si ya pasaste los tres meses de embarazo, entonces sabrás que tu figura irá cambiando rápidamente con los días. Por lo mismo, los vestidos largos de corte imperio o línea envasé con un cinturón debajo del busto son muy apropiados; así como los tejidos drapeados o plisados verticales, que se adaptan muy bien a las distintas etapas de gestación.
- Respecto al escote, los más cómodos son los de tipo en V, el halter, redondo o el escote corazón.
- Y si de tejidos se trata, lo ideal es que te inclines por telas vaporosas o ligeramente elásticas, como la seda, la gasa o el crepé, para que no te aprieten el vientre.
- Por precaución, evita los corsés, las blusas con cordones muy ajustados, el corte sirena y los vestidos de tubo.
- Recuerda que debido a tu cambiante figura, los expertos recomiendan que no compres tu traje de novia con tanta anticipación. Lo correcto, para que no tengas que someterlo a muchos arreglos, es que lo elijas un mes antes del matrimonio.
- Por otro lado, ya que es habitual que las manos y pies se hinchan durante el embarazo, es fundamental que elijas zapatos cómodos y accesorios que no te aprieten demasiado.
Durante el día de la celebración
- Ya que enfrentarás una jornada agotadora, procura dormir lo suficiente la noche anterior. Al menos, unas ocho horas para amanecer totalmente descansada. Y al despertar, toma un buen desayuno para cargarte de energía.
- Realiza pausas entre las sesiones de peinado, maquillaje y postura del vestuario. Por lo mismo, planifica bien los tiempos para que no tengas que estar apurada.
- Si estás próxima a dar a luz, ten siempre a mano el número de tu doctor de cabecera, a sabiendas de que estará disponible esa jornada y prepara un bolso con todo lo que necesitas para la clínica por si el bebé se adelanta.
- Recuerda que por ningún motivo puedes beber alcohol, ni fumar, ni exponerte al humo de los cigarros de tus invitados. Respecto al brindis, puedes hacerlo con champaña sin alcohol.
- Preocúpate de comer ligero y respeta las indicaciones de tu médico.
- Lleva un par de zapatos bajos para cambiarte, intenta mantenerte sentada lo más posible y evita bailes que puedan ocasionarte alguna caída.