Insólito, por decirlo menos. En las últimas horas se dio a conocer una noticia relacionada con Rusia, que ya ha llamado la atención de mucha gente, pero no de una forma positiva.
Resulta que el miércoles pasado, la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso) aprobó un proyecto de ley que pretende sacar la violencia de género de la legislación penal y sólo convertirla en una «pena civil» o «falta administrativa». ¿La excepción? Si es un hecho reincidente o si hay muertos de por medio.
Este proyecto de ley consideraría la violencia de género como una «falta administrativa», siempre y cuando el maltratador golpee a su víctima no más de una vez al año y que no cause lesiones graves.
Actualmente los agresores pueden enfrentarse a dos años de cárcel como pena máxima, mientras que con la nueva norma sólo bastará con multas de hasta 30.000 rublos (casi 335.000 pesos chilenos), 15 días de arresto o 120 horas de trabajo social. Sin embargo, si es una persona reincidente o alguien fallece por el hecho, el delito conllevaría penas de cárcel más prolongadas.
Y si creíamos que todo esto era insólito, hay más porque la promotora de este anteproyecto es una mujer llamada Elena Mizúlina, senadora del partido Rusia Justa, y quien a su vez es la artífice de una ley que prohíbe la propaganda homosexual.
Durante su intervención dijo que «no es lógico que tenga más castigo una agresión dentro de la familia que fuera». Además, Mizúlina detalló, a su juicio claramente, que «descriminalizar la violencia doméstica permitirá proteger a la familia de injerencias exteriores no justificadas y defender la familia tradicional amenazada si el marido va a la cárcel».
Con 368 votos a favor sobre un total de 450 votos, este proyecto aún debe pasar por una nueva votación para aprobarse o no. Además, hay que recordar que lamentablemente Rusia es uno de los países con altos índices de violencia doméstica, donde el 40% de los crímenes se producen en el entorno familiar.