No cabe duda que después de un largo día de estudio o trabajo, al llegar a casa seguimos haciendo actividades y la energía se agota rápidamente. Sin embargo, existen personas que incluso con el cansancio, son capaces de madrugar sin problema al otro día.
Y, al parecer, aquellos que son madrugadores, tendrían varias cosas positivas por sobre los que no lo son, ya que un estudio realizado por la Universidad de Toronto y del Rottman Research Institute de Canadá, señaló que quienes despiertan temprano son más felices, más románticos, más productivos y más detallistas.
Al mismo tiempo, no necesitan de una alarma para despertarse, porque tienen mucha alegría y energía durante las mañanas. Por otro lado, no sufren depresión, ya que, «las personas diurnas son las que han establecido las reglas de la sociedad: Cuándo hay que levantarse, cuándo se organiza todo y cuándo hay que cerrar», dijo el autor de la investigación.
Finalmente, los madrugadores llevan una vida sana, comen alimentos nutritivos y gastan más calorías al otro día. Lo mejor de todo es que quienes madrugan besan a sus parejas antes de ir a trabajar, lo que ayuda a evitar accidentes de tráfico, viven cinco años más y ganan un 30% más de sueldo a comparación de los hombres que no lo hacen.
¡A madrugar se ha dicho!