¿Te pasa que todo el día en la oficina y sientes que no tienes tiempo para hacer actividad física? Muchas veces estamos llenos de trabajo y empezamos a buscar excusas para no hacer ejercicio, ¡pero los achaques nos pasan la cuenta!
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Deja atrás los pretextos y empieza a cambiar pequeños detalles para perder peso lento pero seguro. Estos son algunos consejos que puedes poner en práctica si vives en la oficina, pero necesitas moverte un poco.
Tips:
- Levántate temprano y empieza a hacer ejercicio antes de empezar tu rutina diaria. Así vas a activar tu metabolismo y vas a estar más despierto durante el día por lo que tendrás más energía para comenzar tu jornada laboral.
- Trata de optimizar tus trayectos al trabajo eligiendo la bicicleta o caminando. Si el trayecto es muy largo puedes probar bajándote de la micro o el metro una o dos paradas antes.
- Evita el ascensor y sube o baja por las escaleras. No importa en qué piso te encuentres, empieza a moverte dentro de tu oficina desde que pones el primer pie.
- Levántate cada 45 minutos de tu lugar. La ciencia ha comprobado que no es bueno estar sentado más de una hora. Así que trata de levantarte unos minutos, estirarte y luego retoma tu rutina.
- Toma agua más seguido. Mínimo debes tomar entre 2 a 3 litros diarios.
- Trata de comer alimentos más frescos como ensaladas. Dile adiós a las bebidas, los panes, las pastas y por supuesto, los azúcares en exceso.