A veces la costumbre o el querer tener una relación larga hace que aceptemos algunas características particulares de nuestra pareja, mientras que otras apenas toleramos. Es así que debemos poner atención en encontrar esa pequeña diferencia entre aceptar y tolerar.
“Cuando toleramos un comportamiento, seguimos enojados, frustrados y resentidos acerca de ello”, explica Kim Olver en su libro Los secretos de la pareja feliz, “Sin embargo, cuando llegamos a la aceptación, toda la negatividad desaparece, ya no hay frustración, enojo o resentimiento” y afirma que cuando aceptas a tu pareja tal y como es o esas ciertas cosas acerca de él, te llegas a sentir así: “Yo acepto esto que es parte de un paquete más grande que eres tú. Me doy cuenta de que a ti te funciona y acepto que es una de las cosas que conforman lo que eres y no quiero cambiarlo”.
Y es que no porque un cierto comportamiento no coincida con tu forma de pensar eso lo convierte en un defecto que se tiene que corregir. Olver explica que “Cuando una persona puede mirar ese comportamiento tolerable y entender cómo le proporciona algo positivo, entonces realmente puede ir más allá de aceptarlo a apreciarlo”, explica la terapeuta y lo ejemplifica. “Por ejemplo, el gastador llega a apreciar que su pareja ahorre para el futuro y su preocupación por la seguridad, mientras que el ahorrativo aprecia la espontaneidad y alegría de su otra mitad”.