A veces cuesta, es verdad. Perdonar no es una tarea fácil, pero cuando no sueltas esas emociones negativas, tu cuerpo se enferma.
«Cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas que miras cambian», afirma Gisela Hengl, psicoterapeuta y maestra de meditación.
Acá te dejamos algunos de los beneficios físicos del perdón:
1. Protección contra el estrés. Estudios dicen que perdonando, puedes bajar tus niveles de ansiedad.
2. Chao problemas de presión. El «Journal of Social and Personal Relationships» asegura que perdonar ayuda con la disminución de la presión arterial
3. Dormirás como un bebé. Obvio, sin rencores cuerpo y cabeza podrán descansar.
4. Adiós malhumor. Perdonando, todo anda bien y no hay motivos para irritarte.
5. No hay dolor. El perdón no reduce solo el dolor emocional, ¡también el físico!