Es común ver a hombres sentados con las piernas abiertas en el transporte público, sin importar si la persona que está al lado va cómoda o que nadie pueda sentarse a su lado por el espacio ocupado.
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Y aunque la mayoría cree que este hábito se debe a que esta posición evita que las partes íntimas masculinas se aplasten, eso no es más que un mito. Así lo aclaró un biólogo en redes sociales a través de una serie de mensajes de Twitter que se volvieron virales.
Con sus palabras, el usuario, conocido como Rafa de la Rosa, enumeró una serie de motivos que aclaran que tal necesidad masculina no existe y su explicación es simplemente magnífica.
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