Crecer con una mascota puede proporcionar beneficios sociales, emocionales y formativos a los niños y adolescentes, según un estudio publicado en la revista Environmental Research and Public Health.
Como resultado, se convierten en jóvenes con una mayor autoestima, menos solitarios y con mejores habilidades sociales.
“Todo el mundo que haya crecido con y amado a una mascota, percibe de manera natural el valor de su compañía”, expresó el doctor Carri Westgarth, líder de proyecto de la Universidad de Liverpool.
“Las evidencias científicas que investigan los beneficios en el desarrollo infantil y durante la adolescencia son prometedoras. A la larga, esto nos permitirá saber más sobre la forma en que las mascotas brindan apoyo emocional, formativo y social a los más jóvenes”.
“Las edades cruciales para el impacto positivo de la mascota en la autoestima parecen ser superiores en niños de menos de 6 años, y en preadolescentes y adolescentes de 10 años o más. Generalmente, los perros y gatos son considerados como los mejores suministradores de apoyo social, quizá, debido a su nivel superior de interacción y a ser recíprocos en comparación a otras mascotas”, agregó el especialista.
Por su parte, los animales también juegan un papel fundamental en el desarrollo cognitivo y ayudan a los pequeños a calmarse frente a situaciones negativas que puedan provocarles estrés.