A veces la obsesión por ser perfectas, nos puede pasar la cuenta, hasta el punto de llegar a poner en riesgo nuestra salud. Ese es el caso de Pixee Fox, una joven de 26 años que pagó 120 mil dólares por tener el cuerpo perfecto.
Todo comenzó cuando quiso romper el récord de la mujer con la cintura más pequeña del mundo. Luego se levantó los glúteos, se aumentó la delantera, se cambió los ojos a color verde y se realizó más de 10 cirugías faciales. Todo para obtener el cuerpo que siempre deseó.
Todos los medios estadounidenses hablaban de ella, ya que rompió el récord de la mujer con la cintura más pequeña, llegando a medir 40 centímetros y era igual a la forma de un reloj de arena.
Desgraciadamente, su situación le trajo varias consecuencias, ya que debido a su operación de reducir sus costillas, ahora debe usar un corsé para que sus órganos se mantengan en su lugar.
A pesar que la joven se obsesionó, ella dice que es feliz.«No me preocupa que sea permanente; eso es lo que me gusta de la cirugía plástica», indicó al «Daily Mail».
Su apariencia es igual a la de Jessica Rabbit, la caricatura animada.