Casi tres meses después de dar a luz, Kelsey, una mujer de Wisconsin pudo conocer a su hija recién nacida la semana pasada.
Kelsey Townsend es una mujer norteamericana, de 32 años, que fue diagnosticada con coronavirus en octubre del año pasado cuando tenía nueve meses de embarazo.
Si bien no tenía condiciones preexistentes, vivió una pesadilla. Poco después de ser diagnosticada, tuvo que ser ingresada de urgencia al hospital por dificultades para respirar, tos y neumonía. Los médicos determinaron ponerla en un estado de coma inducido y a pesar de que esperaban que no fuera de esa manera, el cuatro de noviembre dio a luz a su hija, Lucy.
Kelsey estuvo 75 días conectada a una máquina de oxigenación y a un ventilador, es decir, dos sistemas que la mantenían con vida. Incluso los médicos en un principio determinaron que necesitaría un trasplante de pulmón doble para sobrevivir.
Sin embargo, pocos días después de haberla sumado a una lista de espera de trasplante de pulmón, la condición de la mujer empezó a mejorar significativamente. Le quitaron el ventilador en enero y la sacaron de la unidad de cuidados intensivos del hospital, según el comunicado oficial que compartieron hace unos días.
Un milagro
Mientras Kelsey salía del hospital en silla de ruedas, el equipo médico la aplaudida y felicitaba, ya que por mucho tiempo esperaron lo peor y esta historia de terror ya había pasado.
Así fue como el jueves pasado, Kelsey Townsend finalmente pudo volver a casa y reunirse con su esposo, Derek, y sus cuatro hijos. Ahí recién pudo estar con Lucy, a quien no había conocido en todo este tiempo. «He estado esperando durante mucho para conocerla y estoy muy feliz», aseguró la mujer.
Mira las emocionantes imágenes de como esta mujer conoce a su hija recién nacida a continuación:
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