La obesidad es una enfermedad que afecta a millones de personas alrededor del mundo. El aumento de peso se nota en el espejo y también en los controles médicos. Las consecuencias en la salud son evidentes y en varias ocasiones provocan la muerte con el paso del tiempo.
La juventud es el momento donde más se comienza a notar este problema. Los jóvenes atribuyen este inconveniente a un defecto físico. Lamentablemente el bullying es común, por lo que la depresión se presenta como otra enfermedad asociada.
Kylie Merola notó todo esto a sus 22 años. La joven estadounidense alcanzó los 148 kilos de peso a esa edad. Consciente de su realidad, decidió hacer un cambio y lo logró de manera notable: perdió 79 kilos.
Según cuenta «Mirror», la joven padecía hipotiroidismo y mantenía una dieta alta en calorías, factores que afectaban su peso. Kylie decidió someterse a un bypass gástrico, pero luego siguió cambiando sus hábitos:
«Mi operación fue sólo una herramienta para comenzar mi meta, después tuve que ver qué era lo que comía, asegurarme de que ingiriera todos los nutrientes necesarios y también comencé a hacer ejercicio», indicó.
La joven mantenía esta dieta antes de la operación:
- Desayuno: Bagel con queso crema
- Merienda: Barrita de granola o frapuccino de chocolate
- Almuerzo: Sándwich o hamburguesa
- Cena: Pizza
- Postre: Brownie o Cheescake
Mientras que después de la intervención quirúrgica cambió radicalmente sus hábitos:
- Desayuno: Huevos blancos
- Almuerzo: Ensalada con aderezos livianos o un batido
- Cena: Pollo a la plancha con espárragos o brócoli
- Postre: yogur griego
Tras la pérdida de peso tuvo que lidiar con la piel sobrante, por lo que se sometió a una segunda cirugía: «mi cuerpo pasó de ser grande y gordo a uno pequeño, pero con piel suelta. Tenía como un six pack, pero no de músculos sino de rollos», apuntó.
Kylie quiso mostrar su evolución y decidió comprarse un bikini para graficar sus cambios.
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Fotos: Kylie Merola – Facebook