Este sábado se confirmó la desaparición del alpinista chileno Juan Pablo Mohr y otros dos montañistas que eran parte de la expedición invernal en el K2, entre China y Pakistán, la segunda montaña más alta del mundo después del Everest.
Según confirmó The North Face, auspiciador del deportista, Mohr y los otros dos montañistas ‘se encuentran sin reportarse con el Campamento Base’.
‘El frío extremo ha llevado al congelamiento de los dispositivos de comunicación, impidiendo tener contacto alguno con ellos’, añadieron.
Eso sí, manifestaron que ‘se ha iniciado una exhaustiva búsqueda con el apoyo de las expediciones en la zona y el ejército pakistaní’.
Sin resultados
Este domingo, los helicópteros continuaron por segundo día consecutivo buscando a los tres montañistas desaparecidos, por sobre los 7 mil metros. No obstante, la poca visibilidad impidió dar con algún rastro de ellos.
En el caso de Mohr, quien consiguió un Guiness por subir la cima del Everest y el Lhotse en tan solo 6 días y 20 horas, la subida al K2 era especialmente emocionante y desafiante.
Ello, pues nadie había logrado llegar a la cima (8.611 metros) en pleno invierno y sin oxígeno.
La madrugada del viernes, una ventana de buen tiempo hizo que Mohr junto al islandés John Snorri y al paquistaní Ali Sadpara, buscaran la cumbre.
Los acompañaba Sajid, hijo de Ali Sadpara, quien tuvo que regresar al campamento debido a un problema con su regulador de oxígeno.
Y fue precisamente Sajid quien vio a los tres montañistas por última vez. Con la confianza de que llegarían a la cumbre y volverían al refugio, el joven esperó. Sin embargo, tras 20 horas no hubo rastro de ellos y entonces descendió para dar aviso.
Según cree Sadpara, los tres montañistas alcanzaron la cima del K2 y al regreso habrían tenido un incidente debido a los vientos y el mal tiempo.
‘Si pasan más de dos o tres días, las posibilidades de que algún ser humano sobreviva a una altitud de más de 8.000 metros, con la severidad del frío, son escasas’, sentenció respeto a la montaña que ya ha cobrado otras víctimas.
En conversación con T13, en tanto, el primo del Juan Pablo Mohr, Federico Scheuch, relató lo poco que saben como familia.
‘Perdimos contacto con el garmin satelital el día viernes a las 07:00 de la mañana. Ese era el día en el que iban a atacar cumbre. Generalmente pasa esto de que los satelitales se congelan en la altura, duran mucho menos las baterías. En el Everest ya le había pasado algo similar, estábamos acostumbrados a tener que perder comunicación y ya cuando vuelven de los campos altos retoman comunicación’, explicó el familiar consternado.
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