Este tierno y travieso oso panda se ha robado todas las miradas de la gente que día a día lo observa en el Zoológico de Japón, ya que cuando su cuidadora va a limpiar su casa, él no la deja.
La mujer con paciencia, cada vez que él le saca las hojas de la canasta, o le quita sus implementos de aseo, ella lo toma en brazos y lo va a dejar cerca del pasto para que coma y descanse. Sin embargo, él solo quiere jugar e impide que ella le deje su casa como nueva.
¡Mira!