- Por MJ
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Hace unos días apareció en las noticias que se detectó un caso de lepra en las cercanías de Valdivia, tema que ha generado un fuerte debate en redes sociales con respecto a la inmigración en Chile. ¿La razón? En el último tiempo han llegado varios haitianos, colombianos y peruanos a nuestro país, quienes buscan un mejor futuro para ellos y sus familias.
Sin embargo, este hecho ha provocado muchas situaciones de xenofobia a aquellos extranjeros, constatando discriminación laboral y también en algunos lamentables casos, agresiones físicas y psicológicas.
Ante esta discusión, Millaray Viera quiso expresar su opinión sobre el tema y utilizó su cuenta de Instagram para publicar un potente y extenso mensaje que emocionó a sus seguidores. Así, comenzó su relato contando cómo fue la llegada de su padre, Gervasio, a nuestro país.
«Hola, soy Milla y soy hija de un inmigrante, sí, de un INMIGRANTE y no de uno de esos con doctorados elegantes, de uno pobre como no puedes llegar a imaginar, uno que no terminó el colegio siquiera, uno que llegó aquí buscando hacer lo que amaba, pero también derrotar la pobreza en la que vivía», afirmó la joven.
Luego contó su visión en la actualidad, donde expresó cómo siente que está Chile: «Cuando volví de vivir en el extranjero por 6 años, me pareció tan lindo que Chile se estuviera haciendo ‘cosmopolita’ o ‘diverso’ o eso pensaba yo. Junto con todos estos bellos colores y nuevos sabores, llegó la insensatez, el nacionalismo absurdo, la ignorancia, la intolerancia, el odio, el racismo y la xenofobia».
Y finalizó su comentario con una fuerte crítica a la discriminación de algunos chilenos: «Me avergüenzo compatriotas, me avergüenzo como hija de inmigrante, como la inmigrante que he sido, me avergüenzo y quisiera esconder la cara al ver a un amigo haitiano o colombiano, pero prefiero pedir perdón, prefiero abrazar, acoger y hacer un llamado, desde esta pequeña plataforma, a todos los avergonzados, a unirnos por ellos, ¡es hora de actuar!».
Tras la publicación, Millaray recibió cientos de mensajes apoyando sus palabras y la imagen rápidamente superó los 5 mil likes en aquella red social.
A continuación puedes revisar el texto completo, ¿qué te parecen sus palabras?
«Hola, soy Milla y soy hija de un inmigrante, sí, de un INMIGRANTE y no de uno de esos con doctorados elegantes, de uno pobre como no puedes llegar a imaginar, uno que no terminó el colegio siquiera, uno que llegó aquí buscando hacer lo que amaba, pero también derrotar la pobreza en la que vivía. Claro, él nació blanco, carismático, las mujeres lo encontraban guapo y gustaban de su acento, nadie imaginaba del infierno que escapaba, hasta que ya siendo una celebridad pudo contarlo. Por años fue un extranjero (si, se le catalogaba como extranjero y no como inmigrante), nadie jamás lo culpó de quitarle trabajo al esforzado músico chileno, más bien le pedían autógrafos, lo abrazaban y aplaudían. Hasta hoy lo tocan en espacios de música chilena, hasta el día de hoy me paran en la calle para tocar un pedazo de él… Verdaderamente no entiendo qué nos pasó en el camino, hace algún tiempo, cuando volví de vivir en el extranjero por 6 años, me pareció tan lindo que Chile se estuviera haciendo «cosmopolita» o «diverso» o eso pensaba yo. Junto con todos estos bellos colores y nuevos sabores, llegó la insensatez, el nacionalismo absurdo, la ignorancia, la intolerancia, el odio, el racismo y la xenofobia… Y me avergüenzo compatriotas, me avergüenzo como hija de inmigrante, como la inmigrante que he sido, me avergüenzo y quisiera esconder la cara al ver a un amigo haitiano o colombiano, pero prefiero pedir perdón, prefiero abrazar, acoger y hacer un llamado, desde esta pequeña plataforma, a todos los avergonzados, a unirnos por ellos, es hora de actuar!
Aquellos que las encuestas indican como nuestros próximos gobernantes, están propiciando este clima de odio y avivando la cueca de los ignorantes, mismos que están haciendo aún más difícil la vida de quienes llegaron aquí buscando una salida, dejando a sus familias atrás. No se deje engañar, infórmese, deje el prejuicio, no caiga en la trampa del fascismo populista.
Defendamos a nuestros hermanos inmigrantes del odio, este país lo hacemos entre todos, hagámosles saber cuán valiosos son, cuánta importancia tienen, cuán bienvenidos serán siempre».