Japón es un país conocido por lo mucho que trabajan sus habitantes, y las numerosas horas extra que cumplen. Sin embargo, Microsoft cambió recientemente su visión y aplicó cambios que ayudaron a mejorar la productividad de la empresa.
¿Qué hizo? En agosto, la filial ubicada en Japón redujo la semana laboral a cuatro días, cerrando todos los viernes para dar un día más de descanso semanal a sus 2.300 empleados locales.
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Además, la filial limitó las reuniones de trabajo a 30 minutos y cinco participantes máximo, y promovió la comunicación en línea en lugar de en persona o por correo.
¿El resultado? la productividad por trabajador aumentó un 39,9% en agosto, el consumo de electricidad se redujo un 23,3% y el de papel impreso un 58,7%, según Microsoft Japon. “Los empleados quieren tener modos de trabajo variados”, señaló la empresa.
Cabe señalar que este experimento interviene en un momento en el que el gobierno japonés intenta promover modos de trabajo más flexibles, como el teletrabajo, el trabajo a tiempo parcial y horarios de oficina cambiantes para evitar la hora punta en los transportes.
Estas iniciativas pretender sobre todo luchar contra el fenómeno del “karoshi” (muerte por exceso de trabajo) y favorecer la natalidad, en descenso en el país.