La meteoróloga Michelle Adam fue invitada al programa de Instagram de la Revista Velvet, «El aperitivo«, conducido por Jordi Castell.
En el espacio habló de cómo lleva la cuarentena y expresó estar contenta en su nueva casa televisiva.
Sobre la cuarentena, Michelle contó que este último tiempo ha sido complejo. «Afortunadamente vivo en casa, porque yo creo que estar en departamento con un niño de 10 años es para volverse loco. Igual es complejo, las clases, ser profesora todos los días, uno no está preparado, yo tengo harta paciencia, pero se me acaba. No veo a mis papás hace más de 7 semanas. Hablamos harto por conferencia, son bien de piel, me dan ganas de abrazarlos”, se sinceró.
Por otro lado, agregó que con sus hijos no es ‘muy de rutina’. «Me cuesta esa cuestión, yo los dejo ser un poco más libres», señaló.
Además, la panelista de «Mucho gusto» está pasando el encierro con su pololo. «La cuarentena la estamos pasando por acá, me ayuda en todas las locuras que se me ocurren y ha sido buena compañía, si no, me muero. Llevo dos años con él”.
Respecto a su decisión de cambio de casa televisiva (de Canal 13 a Mega), hubo varias razones detrás. «Lo que pasa es que fueron varias cosas, yo veía que venían cambiando los matinales hace un rato. La historia partió un poco porque tenía ganas de escribir un libro de meteorología y apareció una editorial», explicó.
Luego, contó que: «Ya me habían llamado de Mega años anteriores, pero sentía que no era el momento y justo se me acababa el contrato con el canal, tenía un contrato a plazo fijo».
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También se sentía a gusto con que Mega venía trabajando «un matinal más ambientalista y como que todo fue coincidiendo y era un riesgo porque estaba bajo una zona de confort, súper agradecida, todo el crecimiento, pero también para seguir haciendo cosas nuevas”.
Sobre el libro, expresó que la tiene muy contenta y que ya lo está escribiendo. «Se va a demorar un poquitito más, porque hay que esperar el momento adecuado para lanzarlo, pero va a ser un libro con conciencia ambiental, al alcance de todos, con un poco de conciencia con el planeta. No es un libro para meteorólogos», concluyó.