El estrés, el trabajo, el cansancio, la casa, los hijos… a veces todos los factores se unen, terminamos agotadas y el deseo sexual desaparece.
Para que eso no suceda, hay una simple acción que te puede ayudar: andar en bicicleta.
Es lo que asegura un estudio de la Universidad de Princeton, que explica que solo con andar en bici dos veces a la semana y durante 25 minutos, el deseo sexual femenino aumenta en un 90 por ciento. También le pasa a los hombres, que tienen que dedicarle 45 minutos a este ejercicio.
Esto, porque nos disminuye el estrés, liberamos más endorfinas y estamos más felices y predispuestas a sentir placer. Además, aumenta el flujo sanguíneo de nuestro cuerpo, estimulando la sensibilidad de los órganos sexuales.
Y eso, no es todo, porque andar en bicicleta tiene más beneficios: al ser un ejercicio cardiovascular, ayuda a durar más durante el acto sexual, tonificas tu cuerpo y adelgazas, lo que te hace sentir mejor contigo misma y además, te llena de energía.
¿Qué mejor?