La psicóloga Laurie Mintz, de la Universidad de Florida (EE.UU.), publicó un estudio dedicado a la relación entre el sueño y el sexo, en el que concluyó que la gente que se queja de su vida sexual suele tener problemas para dormir.
Según la estadística, uno de cada tres habitantes de Estados Unidos experimenta falta de sueño, mientras que el 31% de hombres y el 45% de mujeres entre los encuestados tampoco están satisfechos con su vida sexual.
La investigadora afirma que no se trata de una relación, sino que de un verdadero «círculo vicioso». Así, el buen sexo afecta positivamente al sueño. Al mismo tiempo, el sexo malo repercute negativamente en el sueño, en tanto que el mal sueño reduce el deseo sexual. Según Mintz, ambos problemas tienen la misma causa: El estrés.
Para demostrar la fiabilidad de su hipótesis, la psicóloga precisó que una hora extra de sueño permitió mejorar la vida sexual de un 14% de las mujeres encuestadas.
Además, la investigadora indicó que tener un horario regular del sueño es beneficioso para que tanto las mujeres como los hombres mejoren su vida sexual.