Antes de comenzar una nueva jornada y con el propósito de hacerlo con la mejor energía, los expertos recomiendan tomarse al menos 5 minutos para meditar.
Sin embargo, poner la mente en blanco y dejar que el cerebro respire con tranquilidad no es sencillo y requiere de cierta práctica.
El pilar fundamental de la meditación es la concentración. No obstante, hay otros factores que te ayudarán a conseguir el estado de relajación más óptimo. Sigue estos tips para lograr el objetivo siendo principiante.
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- En primer lugar hay que buscar el lugar adecuado. Escoge un rincón de tu casa en el que te sientas cómoda, pero que a la vez sea un espacio limpio, ordenado y con el menor ruido posible.
- Encuentra tu momento para meditar. Aunque debas irte a trabajar, lo ideal es que lo hagas por la mañana, ya que es cuando la cabeza está descansada y es más fácil lograr la concentración. Procura, eso sí, hacerlo siempre a la misma hora para conseguir que se convierta en un hábito.
- La posición correcta es estar sentada, ya que si meditas acostada, corres el riesgo de quedarte dormida. Y si bien la posición de loto es la más común para esta práctica (de piernas cruzadas, con cada pie ubicado encima del muslo opuesto), resulta un poco incómoda para principiantes, por lo que podría dificultarte aún más llegar al estado apropiado.
- Por último, conéctate con tu mente, concéntrate en la respiración y relájate. ¡Y tómate el tiempo que necesites! Primero serán cinco minutos, pero poco a poco puedes ir añadiendo más tiempo. Asegúrate, además, de que no haya distracciones para poder relajarte correctamente. Es decir, comienza por dejar el celular fuera de la habitación y en silencio.