Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) han desarrollado una crema que broncea la piel, pero sin causar los daños que produce la radiación ultravioleta, según publica la revista científica «Cell Report» en su último número.
El fármaco ya se ha probado con éxito en ratones y cultivos celulares de piel humana, aunque todavía son necesarios más ensayos para encontrar posibles efectos secundarios.
“Nuestra motivación principal es desarrollar una nueva estrategia para la prevención del cáncer de piel”, declaró el dermatólogo David E. Fisher, director de la investigación.
Por lo tanto, en su búsqueda por activar las reacciones bioquímicas que desata la radiación ultravioleta en los humanos, pero sin el riesgo de producir mutaciones en las células de la piel, que conllevan al rejuvenecimiento de ésta y aumentan el riesgo de cáncer, los investigadores dieron con una novedosa fórmula.
¿En qué consiste?
La clave está en la molécula SIK, que es un interruptor en la producción de melanina en el cuerpo. Es decir, si está activa esta molécula, la piel no se broncea. Sin embargo, si se apaga, vuelve la secreción de melanina.
Por consiguiente, el fármaco desarrollado por los científicos de Harvard es un inhibidor de SIK, por lo que al aplicar la crema, el cuerpo reanudaría la creación de melanina y daría a la piel un bronceado sin dañarla, pues la radiación ultravioleta no participa en esta reacción.
Por ahora los investigadores son precavidos y esperan realizar más pruebas de seguridad con el fármaco antes de pasar a una siguiente etapa.
Eso sí, si los próximos ensayos confirman la eficacia y la seguridad del producto, y su precio no es desorbitado, esta crema podría utilizarse no sólo para prevenir el cáncer, sino también con fines cosméticos para conseguir un bronceado inocuo. Dado que en este bronceado no intervendría la radiación ultravioleta, tampoco favorecería la aparición de las arrugas características del fotoenvejecimiento.