En diciembre de 2017, la modelo argentina Luciana Salazar se convirtió en madre de la pequeña Matilda, gracias a un vientre de alquiler.
La pequeña, le permitió a Luciana cumplir uno de sus más grandes sueños, a pesar de que le costó su relación de 7 años con el empresario Martín Redrado.
Lee también: Luciana Salazar se sincera sobre la maternidad: “Ser madre soltera es duro”
En una antigua entrevista con LUN, la trasandina señaló que «son pocas las personas con las que dejo a mi hija: mi mejor amiga, mi mamá y mi empleada de toda la vida. Nadie más. Ellas me ayudan cuando yo no puedo estar o tengo que trabajar. Es difícil porque todo recae en vos, toda la responsabilidad es de una”.
Y es que al parecer, Luciana protege mucho a su hija y es por eso que casi no la saca del departamento en el que viven, por un tema de inseguridad.
Según explicó al medio argentino La Nación, “la tengo un poco encerrada porque me da mucho miedo la inseguridad. No puedo ir a la plaza con mi hija. Como vivo los fines de semana en Nordelta, ahí salimos un poco más. Pero en la semana estoy en mi departamento en Núñez y me cuesta sacarla”.
Pero según explicó, no tiene miedo por ser un personaje conocido, “sino por lo que pasa en general con todo el mundo. La inseguridad es un tema que me tiene aterrada, en paranoia. Hasta me da miedo que la secuestren. En Miami salgo, camino todo el día con ella, pero acá no”.