Está comprobado que llevar una vida plena y sexualmente activa es uno de los ingredientes de la felicidad.
Sin embargo, un reciente trabajo desarrollado por psicólogos de la Universidad de Toronto (Canadá), llegó a la conclusión de que un vínculo erótico-afectivo promueve la satisfacción, pero que ésta no aumenta cuando se multiplica el sexo.
Es decir, no influye si la frecuencia es una vez por semana, todos los días, cada quince días o una vez al mes.
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En el día a día intentamos cuantificar la felicidad y se tiende a pensar que aumentando las cifras de los factores que inciden en ella (más ejercicio, más dinero, más amigos, etcétera), conseguimos acrecentarla.
Pero la sexualidad no funciona de esa manera. Según concluye este estudio, por tanto, lo que hace dichosas a las personas es la conexión con el otro y el disfrute cotidiano del erotismo. No la cantidad de orgasmos por semana.
Los datos de esta investigación se recopilaron a partir de 30 mil personas, aunque hay que considerar que se refieren solo a individuos que mantienen relaciones estables y no a quienes buscan un encuentro pasajero.
