Por estos días Mariana Di Girolamo se encuentra en el Festival de Venecia presentando la película «Ema» junto al actor Gael García Bernal y su director, Pablo Larraín.
En ese contexto la actriz no solo ha dado que hablar por su actuación «arriesgada» y «sensual», ni por sus llamativos looks en la Alfombra Roja. Mariana no teme a decir lo que piensa y desde la ciuadad italiana analiza su país.
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«Chile es un país mojigato y conservador, al que le falta mucho camino por recorrer», reconoce la actriz en entrevista con la AFP. «Necesitamos en lo concreto leyes que nos avalen. Adopción homoparental, matrimonio igualitario. Nos falta un montón, pero estamos caminando», agrega la intérprete conocida en Chile por sus participaciones en teleseries.
Mariana cree que tal vez esta película pueda ayudar planteando que «es maravilloso que podamos transmitir al espectador que estamos rompiendo tabúes».
En «Ema» Di Girolamo interpreta a una bailarina de reggaetón con el cabello platinado, polera ancha de lycra, rebelde y misteriosa.
«Somos muy conservadores y hay que dar cuenta de lo que está sucediendo«, afirma en relación a la libertad, inclusive sexual, de esta nueva generación donde el reggaetón aparece como himno liberatorio.
«Es una película de nuestros tiempos, tiene valor de por sí. Narra algo que está sucediendo. Es el valor de la película de Pablo (Larraín). Una propuesta valiente», agrega Mariana.
«Las familias hoy en día son diversas. Están constituidas por cuatro personas, dos hombres, dos mujeres, un perro, 20 personas…», dice, para luego concluir: «Un hijo adoptivo y uno biológico. Nuestro rol era dar cuenta de ello con la mayor verdad y naturalidad posible. Tratar de encarnar a personas entrañables».