Clásica es la imagen de un perro con hueso, ¿pero qué tan bueno es para su salud?
La respuesta la dio PDSA, la organización veterinaria sin fines de lucro más importante de Gran Bretaña, en una publicación del medio «The Telegraph».
La entidad explicó que sus veterinarios y enfermeras han observado frecuentemente a docenas de estas mascotas con problemas en el tracto digestivo y bloqueos causados por astillas de huesos o incluso trozos grandes. Hecho absolutamente distinto a la creencia de que les ayuda masticar huesos crudos o cocidos para absorber el calcio y otros nutrientes, además de limpiar sus dientes.
«Los huesos cocidos son peligrosos para los gatos y los perros y los veterinarios rutinariamente ver animales heridos. Pedimos a los propietarios que no alimentar a sus mascotas con huesos cocidos, y tampoco con aquellos sobrantes de su propia comida para evitar accidentes. Es lo mismo para los huesos crudos. No los aconsejamos en perros ni gatos», advirtió el vicepresidente de la Asociación Británica de Veterinarios, Gudrun Ravetzen.