Es muy probable, que si eres mamás o papá te hayas encontrado con una que se creen que son superiores a otras y que están siempre compitiendo a través de sus hijo. Que su hijo es el que se saca mejores notas, que aprendió primero a caminar, leer, que se come toda la comida, etc ¿Por qué pasa esto? ¿Cómo afecta a los niños? Aquí te contamos que dicen los expertos.
Y es que la mayoría de los que son madres o padres, han recibido algún consejo e incluso muchas veces se meten más de lo que deberían en la crianza de tus hijo. Especialmente en personas que ya son papás y que creen “saberlo todo”.
Pero atención, porque esta necesidad de sentirse superiores a los demás, esconde una personalidad insegura y que tratan de suplir dándole consejos a los demás. Aquí lo importante es trabajar la autoestima, tanto en las personas que se creen superiores, como en las que tienen que lidiar con ellas.
Y si tú te ves enfrentada a una de esas madres o padres que se creen superiores, es importante que no te tomes sus palabras tan a pecho. Lo que recomiendan los expertos, es que trates de no prestar mucha atención a lo que te dice y simplemente tomar lo que en realidad te ayuda a ser un mejor papá o mamá.
¿Cómo afecta a los hijos?
¿Sientes que eres una mamá o papá “superior? Los expertos recomiendan que es mejor dejar de lado estas actitudes, ya que, afectan directamente a nuestros hijos.
Este tipo de madres o papás pueden generar una sensación de asfixia en sus hijos, provocándoles estrés e incluso problemas más grandes como ansiedad, depresión e incluso obsesionarse con algunas cosas.
En general las mamás que se creen superiores, tienden a querer controlar mucho la vida de sus hijos. Y esto puede provocar que al final los niños o niñas sean menos independientes y en el futuro tener problemas de autoestima.
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En estos casos, los especialistas recomiendan que trates de trabajar en estas actitudes y comprendas que la maternidad es un proceso que vive cada mamá a su manera. Nadie tiene la fórmula perfecta para hacerlo y que lo fundamental es criar a tus hijos con amor.
Que los niños y niñas se sientan amados y que también entreguen amor. Si aprendió a hablar antes o después que otro niño o niña de su edad, no hay que hacerse problemas. Simplemente hay que dejar que vivan sus procesos a su propio tiempo.