¿Ser madre te hace ser indecisa? La respuesta puede ser que sea positiva, principalmente porque ya no decides sólo por tí misma, sino también por tus hijos y familia.
Entre las decisiones que a veces cuesta tomar se encuentran por ejemplo:
- La comida: ¿Cuál es la mejor dieta? Habías oído de los maravillosos prodigios de las manzanas, pero en un documental escuchaste sobre los beneficios del durazno, ¿le das los dos? ¿No es mucha fruta para él?
- Darle o no helado: ¿No será muy pequeño para el helado? ¿Se podrá enfermar?
Si sientes que eres una mamá indecisa, es importante que analices la situación para que en circunstancias necesarias tengas orden y seas firme. Es bueno seguir una agenda o rutina y, sobre todo, poner límites. Esto significa que no puedes hacer todo lo que otros esperan de tí y no debes sentirte culpable por eso.
En ocasiones cuesta tanto decidir, que muchas veces son los hijos los que tienen la respuesta a tus problemas. Ellos pueden ayudarte a tomar mejores decisiones y también refuerzan el vínculo que tienes con ellos.
¿Alguna vez te has hecho estas preguntas antes? No te preocupes, toma su tiempo acostumbrarse a este ritmo de vida de mamá.