Macarena Ramis es una recordada animadora y tras un tiempo alejada de la televisión, este sábado vuelve a las pantallas con el programa «Yo quiero…verme y sentirme bien» en La Red.
Pero la ex «Mekano» no solo está pasando por un gran momento en su vida profesional. En lo personal también está muy feliz, pues es madre de dos hijas fruto de su relación con el exfutbolista Rodrigo Barrera y tras una difícil separación, se volvió a casar en marzo de 2017 con el empresario Francisco Posada.
Hoy Macarena disfruta de su vida familiar, pero hay un proceso que le ha costado aceptar: el ser madre de una adolescente y todo lo que eso implica. «No sé si me encanta la situación pero hay que entender que los niños crecen. Duele, cuesta«, reconoce Ramis a «LUN».
Su hija mayor tiene 14 años y está pololeando, por lo que Ramis intenta no hacer todo lo que a ella le cargaba que le hicieran cuando tenía esa edad. “Es una tontera ir contra la corriente porque se me va a alejar y no me va a contar nada. Trato de ser buena onda. Yo tengo salita de estar en mi casa entonces pueden ver películas, con la puerta abierta por supuesto“, señala.
Lo doloroso
La conductora tiene claro además qué ha sido lo más doloroso de esta nueva etapa en la relación con su hija mayor: el que ella ya no quiera estar tanto tiempo con ella, prefiriendo a las amigas o al pololo.
“Antes quería ir conmigo donde fuera y ahora la invito y me dice ‘es que tengo que estudiar’, ‘es que tengo que lavarme el pelo’, cualquier excusa. Al principio eso me afectó, me di cuenta que estaba creciendo y que su vida ya no giraba en torno a mí”, confesó al diario.
Por suerte, explica Macarena, tiene una hija de ocho años que aún anda pegada a sus polleras.