En diciembre de 2017 Luciana Salazar cumplió un sueño por el que luchó arduamente tras sufrir de trombofilia y terminar una relación de siete años porque su pareja no quería tener más hijos. El anhelo de la modelo argentina era ser madre y a sus 37 años al fin lo logró.
Para ello, la ex Reina de Viña debió viajar a Estados Unidos para realizar una maternidad subrogada, es decir, eligió a una mujer para que llevara sus óvulos fecundados por un donante. Así llegó Matilde, la pequeña hija de «Luli» que ya tiene nueve meses.
«Está hermosa, en una edad donde te la morfás (comes), porque se para solita, está gateando y hace cosas que la tenés que estar mirando las 24 horas porque está una bandida», aseguró la trasandina al diario nacional, «LUN».
Te puede interesar: Germán Schiessler comparte emotiva imagen de su bebé en camino
Y es que Luciana explica que su hija la tiene «loca de amor» y que ha colaborado mucho en el desafío de ser madre soltera, incluso duerme 10 horas por noche. Pero también hay dificultades.
«Uff, ser madre soltera es duro. Por suerte tengo a mi mamá que me ayuda un montón, la cuida cuando yo no puedo. (…) Es difícil porque todo recae en voz, toda la responsabilidad es de una», confiesa.
La modelo tuvo una relación de siete años con el economista Martín Redrado, pero con él jamás pudo concretar su sueño de la maternidad. «Estuve tantos años de novia con una persona con la que yo proyectaba armar una familia pero había muchos conflictos con sus hijos. Ellos no querían que el padre tuviera más hijos y eso fue todo un tema, muy complicado», agregó.
Finalmente sobre lo que la gente pueda percibir sobre ella ahora que es madre y su pasado como sex symbol, Salazar afirma que «No me importa lo que piense la gente. Es algo que yo quería y la opinión del resto me tiene sin cuidado».