Investigadores de la Universidad Estatal de Oregón derribaron el mito de que los gatos no son sociables.
Para ello, se reunieron 50 felinos, mezcla de hogareños y silvestres, y a cada uno se le privó de ciertas cosas por un lapso de tiempo, como comida, juguetes, olores agradables y contacto con humanos.
Y como conclusión, sorpresa se llevaron los investigadores cuando el 50% de los gatos prefirió las caricias del humano, incluso por sobre algo tan esencial para ellos, como el alimento.
De todas formas, un 37% de los felinos no se resistió a su plato de comida.