Asociado al nerviosismo, el comerse o morderse las uñas ya es algo habitual en los momento de más estrés. Pero hay personas que lo realizan son necesidad de estar tenso.
La onicofagia, que es la costumbre de comerse las uñas, puede provocar heridas en dedos, labios y encías como también el desarrollo de diversas infecciones.
La académica de la Facultad de Odontología de la Universidad San Sebastián, Paulina Moya, menciona que es “un vicio o un hábito compulsivo cuyo origen se presenta, generalmente, en edades tempranas como la infancia y la adolescencia” y esta asociada a la tensión psicológica, por lo cual la persona puede presentarla de manera continua o por períodos exacerbados por estrés.
Las investigaciones que se han hecho sobre este tema no han presentado un consenso si el morderse las uñas produce algún tipo de maloclusión. Sin embargo, la doctora Moya dice que que existen autores con distintas teorías: Moyers, afirma que “la mordedura de uñas es una causa de malposiciones dentarias“, mientras que Pinkham postula que “no hay indicios que el morderse las uñas pueda ocasionar maloclusiones o cambios dentales”.
Moya recomienda saber herramientas para relajarse, que puede ser un deporte, prácticas de yoga o alguna actividad que los divierta, con el fin de modificar los hábitos bucales disfuncionales, sobre todo en los niños.