A medida que vamos envejeciendo, las actividades cotidianas se ponen cuesta arriba y ya no es lo mismo hacer deporte, subir escaleras, o tener sexo.
Las transformaciones físicas que experimenta nuestro cuerpo, influyen también en nuestra sexualidad.
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Por ejemplo, la disminución de los niveles hormonales y los cambios neurológicos y circulatorios pueden provocar, entre otras cosas, disfunción eréctil o dolor vaginal.
Pero no todo es negativo: a partir de cierta edad, contamos con más habilidades comunicativas y menos inhibiciones, lo que puede ser una gran ventaja en la cama.
Para ayudar a resolver algunos de los molestos problemas sexuales, la Escuela de Medicina de Harvard elaboró una lista con consejos fácilmente aplicables para una vida sexual satisfactoria:
1. Infórmate
Existe mucho material de autoayuda al que se puede recurrir para conocer acerca de los problemas sexuales que creemos tener. Busca lo que es más adecuado para ti y asegúrate de que tanto tú como tu pareja están bien informados.
Si no quieren hablar de ellos cara a cara, pueden compartirse parte de las lecturas que les resultaron más interesantes.
2. Date tiempo
A medida que envejecemos, los reflejos sexuales se ralentizan.
Así, se suele necesitar más tiempo para llegar al orgasmo, y por eso es más fácil lograrlo en un entorno tranquilo, cómodo y sin interrupciones.
Invertir más tiempo en hacer el amor nos puede llevar a experiencias sexuales nuevas.
3. Lubrícate
Los lubricantes son útiles para evitar tener relaciones sexuales dolorosas, que suelen derivar en problemas de libido y tensiones en la pareja.
Es habitual que la transición a la menopausia vaya acompañada de sequedad vaginal, que se puede subsanar con geles lubricantes.
4. Sé afectuoso
Besarse y abrazarse es esencial para mantener los vínculos emocionales y físicos, a pesar de que los problemas en la cama de tengan preocupado.
5. Practica el contacto
Muchos terapeutas aconsejan técnicas de enfoque sensorial para recuperar la intimidad física sin sentirse presionado.
Se trata de tocarse el uno al otro mientras cada uno se concentra en sus percepciones y su sensualidad.
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6. Prueba diferentes posturas sexuales
Ampliar el repertorio, convierte al sexo en algo más interesante, y puede ayudar a superar ciertos problemas.
Ciertas posiciones facilitan que la mujer llegue al orgasmo.
7. Escribe tus fantasías
Este ejercicio se trata de explorar prácticas que crees que serán excitantes para ti o tu pareja.
Por ejemplo, piensa en situaciones que te resultan excitantes y explícaselas. Este ejercicio es especialmente útil para parejas con poco deseo sexual.
8. Prueba los ejercicios de Kegel
Estos ejercicios, sirven para fortalecer los músculos pélvicos.
¿En qué consisten? Se trata de apretar el músculo que contraemos cuando tratamos de detener la orina. Mantenlo apretado dos o tres segundos y luego relájalo. Repítelo 10 veces durante cinco series al día.
Hacerlo mejorará las condiciones físicas para la vida sexual.
9. Trata de relajarte
Haz algo que te calme y te haga sentir bien antes de iniciar las relaciones sexuales, como salir a cenar o practicar técnicas de relajación como ejercicios de respiración.
10. Usa vibradores
Los vibradores pueden ayudar a las mujeres a conocerse mejor sexualmente, por lo que pueden explicar a su pareja qué es lo que les gusta.
11. No te rindas
Si a pesar de haberlo intentado la situación no mejora, no te desesperes.
Recurre a tu médico para que te ayude o te ponga en contacto con un terapeuta sexual que identifique lo que te aleja de tener una vida sexual satisfactoria.