La monarquía es clara y solo la primogénita o primogénito de los reyes puede heredar el trono. Algo que, en el caso de la princesa Leonor (15) y la infanta Sofía (13), ya se hace notar.
Y aunque ambas son hijas de los reyes de España, solo la mayor será reina en un futuro.
De hecho, desde que son adolescentes, muchos han descrito la actitud de la infanta Sofía como ‘relajada’, ‘natural’ y ‘cercana’.
Una descripción que se aleja de la que conceden a la princesa de Asturias, sobre quien recae el peso de la futura corona.
Así lo dejó claro su madre, la reina Letizia, cuando en una visita oficial a un colegio, una de las alumnas le preguntó a la heredera al trono qué quería ser de mayor.
‘Qué quiere no, lo que tiene que ser’, se adelantó a corregir la madre de las niñas.
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Los beneficios del segundo en línea de sucesión
Tal como ocurriera con los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra, es el segundo el que ha podido disfrutar de una vida mucho más alocada, libre e independiente, sin que sus consecuencias afectasen a su estatus.
Una situación de la que también podrá beneficiarse la infanta Sofía.
Y es que, si Leonor comete un error, ensucia su imagen y la de la corona. Pero si lo hace su hermana, el hecho de que ella no será reina, hará que pase más a ser un error a nivel personal y no institucional.
Por lo demás, quien sea posible marido de la infanta Sofía, no será sometido al escrutinio público al que sí se enfrentará el esposo de la princesa Leonor.
De este modo, la hermana de la futura reina podrá tener más libertad a la hora de elegir al hombre que la acompañe, entre otros pivilegios.