Cuando nos enamoramos, todo cambia: incluso nuestro cuerpo.
Según distintos estudios científicos:
Nuestra temperatura corporal aumenta y nos sentimos más activas.
Nuestra piel se ve más hidratada, sana y joven.
Nos reímos muchos más.
Empezamos a caminar más lento y cambia constantemente el tamaño de nuestras pupilas ¿qué tal?