Dicen que la venganza nunca es buena, «mata el alma y la envenena», pero no estamos hablando de ese tipo de venganza (hacerle algo, romperle cosas y volvernos locas), sino de demostrarle a él y a ti, que todo quedó en el pasado… Créeme que es una de las mejores cosas que puedes hacer.
Se llama: seguir adelante, avanzar, perdonar. Ponle el nombre que quieras, pero te aseguro que es la más efectiva y dolorosa venganza que puedes hacerle a tu ex, y bueno, también, lo más efectivo y tranquilizante para ti.
Parte, primero que nada, por liberar toda esa pena. Llora, grita y vuelve a llorar. Vive el duelo, y luego, sigue adelante. Pon tu mejor cara y vuelve a encaminarte. Mira hacia al frente, jamás hacia atrás. Sé esa mujer «cabrona» que siempre quisiste ser y borra toda evidencia de él. Si es necesario, escribe tu pena y luego quema el papel. Literalmente se irá.
Preocúpate de ti, de retomar todos esos pasatiempos que ridículamente abandonaste por él. Preocúpate de tu cuerpo, no por como luces, sino por cómo te sientes. Enfócate en tu carrera o en tus estudios, piensa en tus sueños, tus metas. Conoce gente nueva, busca un nuevo hobby, mantén tu mente ocupada.
Vuelve a valorarte, a sentirte linda y atractiva, y date cuenta que estás de vuelta en las pistas. Siéntete poderosa e invencible. Diviértete, gasta tu dinero en ti, invierte en nuevas experiencias, conviértete en una “yes woman”. Pasa tiempo con tus amigos, familia, viaja, sal.
Demuestra lo bien que estás, y cómo has podido superarlo.
Ahora da un profundo suspiro y sigue adelante. No hay venganza más dulce.