Aunque el hecho de dejarse los vellos ha formado controversia en las mujeres, también ha tomado cada vez más fuerza con esta nueva ola feminista que estamos viviendo actualmente.
Pero para las mujeres que no les gusta tener vello en su cuerpo, encontrar una buena manera de depilación a veces se torna complejo.
Para que te orientes en el mundo de la depilación, aquí te comentamos lo bonito y feo de los métodos más conocidos de depilación:
Rasuradora
Lo bueno: Es fácil y muy barato.
Lo malo: Suele aumentar el grosor del vello, además de que al ser un corte muy superficial, puede volver a crecer al poco tiempo. Y nunca falta la típica cortada que en ocasiones nos hacemos en los lugares más complicados, como rodillas y tobillos, que no deja de sangrar.
Ten presente: Mantén tu piel hidratada y rasúrate en la ducha con una crema para afeitar. Hazlo después de estar un rato dentro del baño para que los poros de tu piel estén preparados por el calor y la humedad, y tenga mayor alcance la navaja, de esta manera tardará más tiempo en crecer.
Crema depiladora
Lo bueno: No duele, no te puedes cortar y es bastante fácil de utilizar.
Lo malo: Como dicen que la belleza cuesta y este método es demasiado simple, a los pocos días te volverá a crecer, pues solo se rompen los vellos de manera superficial.
Ten presente: Prueba siempre antes un poco de producto en una zona pequeña de tu piel, para comprobar que no te irrite o seas alérgica a la fórmula.
Cera
Lo bueno: Este método remueve el vello desde la raíz, así que lo mejor de todo es que te durará (depende de la cantidad) hasta tres o cuatro semanas antes de tener que volver a depilarte. Además, debilita el crecimiento.
Lo malo: Puede llegar a ser doloroso y dejar las zonas rojas e irritadas.
Ten presente: Exfolia constantemente tu piel para que los vellos puedan arrancancarse con mayor facilidad, y eso después se convierta en menor dolor. Siempre hidrata tu piel con cremas y toma mucha agua, dos litros diarios. Evita hacerlo durante tu periodo o cerca de él, ya que tu piel está más sensible, y sí, puede dolerte aún más.
Láser
Lo bueno: Quema el vello desde la raíz, y lo mejor es que puede llegar a ser depilación definitiva, ya que poco a poco reduce la cantidad de vello y el tiempo en salir es menor.
Lo malo: Suele ser dolorosa y sin los cuidados adecuados puede quemarte la piel, no puedes tomar sol los días antes ni después de tu cita. Es mejor realizarlo en invierno.
Ten presente: Siempre utiliza protector solar.
Luz pulsada
Lo bueno: Va debilitando el vello y disminuyendo su grosor, por lo que cada vez te sale menos. Además, lo remueve por medio de luz que genera calor y hace que pueda ser definitiva.
Lo malo: Puedes llegar a sentir un pellizcón o demasiado calor mientras eliminas los vellos. La luz no remueve los vellos claros o las canas.
Ten presente: Pide que te apliquen gel frío para adormecer la piel y evitar dolor.