El lifting japonés es un tratamiento que se basa en la combinación de un conjunto de maniobras faciales procedentes de técnicas milenarias, con los potentes activos de los cosméticos.
Estas maniobras faciales empleadas trabajan músculo a músculo y actúan en las capas más profundas de la piel. De esta forma, estimulan la producción de colágeno, elastina, los nervios faciales, la musculatura subcutánea y las células de la piel que benefician la circulación sanguínea, logrando llegar los nutrientes del complejo cosmético utilizado a todos los rincones del rostro.
Este tratamiento incluye 54 maniobras faciales procedentes de técnicas milenarias y activos específicos para las distintas afecciones de la piel. Por ejemplo, si una piel está deshidratada o seca, el activo que se usará serán aminoácidos, que son los responsables de capturar y retener el agua en la piel, además de unas maniobras faciales que van a actuar de manera subcutánea estimulando la producción de colágeno y elastina.
Se trabaja en curas de 5 sesiones. En una sesión individual se puede conseguir un efecto de inyección de vitaminas sobre la piel, con resultados visibles de manera inmediata. Pero para restablecer los valores óptimos de cada piel se necesita un tratamiento intensivo durante 5 semanas consecutivas.
La explicación de esta cura de 5 sesiones es respetar el ciclo celular de 28 días de vida de las células de la piel, para obtener el resultado a un 100%.
El paso a paso
- Se dermoanaliza la piel y se determinan sus carencias para escoger el complejo de activos con el que se va a trabajar.
- Se realiza un desbloqueo a nivel de cuello y cervicales, así como un masaje sacrocraneal que libera la tensión muscular, deshace las contracturas del tejido y permite una adecuada irrigación sanguínea para que los nutrientes lleguen a todos los rincones.
- Se aplica exfoliante para eliminar las células muertas. Al incrementar la temperatura cutánea con la ayuda de las maniobras faciales, se logran extraer las bacterias que se encuentran profundamente fijadas en la piel y hacia donde los limpiadores habituales no llegan.
- Se aplica la primera parte del activo específico con el conjunto de maniobras faciales adecuadas para el tipo de afección de la piel que se va a tratar.
- Se retira el exceso del primer activo y se aplica en forma de mascarilla la segunda parte del concentrado. Se deja reposar 10 minutos y se procede a realizar un masaje elevador de músculo, que cuenta con 13 maniobras faciales que trabajan redefiniendo el óvalo, elevando la musculatura y borrando los signos de expresión.
- Se retira el exceso de producto y se finaliza con crema de día y sérum.