Hace unos días se dio a conocer el caso de una joven embarazada en el norte de nuestro país, situación que reimpulsó el proyecto de ley de parto humanizado.
Se trata de Adriana Palacios, de 19 años, que comenzó con trabajo de parto con poco más de 40 semanas de embarazo. Fue varias veces al SAPU de Pozo Almonte por dolores y en cada ocasión la enviaron de vuelta a su casa diciéndole que aún no estaba lista para el parto. Los dolores continuaron y según el relato de Adriana, en la quinta ocasión en la que volvió al servicio de urgencia junto a su mamá, la doctora que la atiende le informó que se encontraba con 2 centímetros de dilatación, pero que no estaban los medios para enviarla al Hospital de Iquique.
Regresaron a las 11 de la mañana porque ya no resistía el dolor y ante su insistencia, fue trasladada 3 horas más tarde al Hospital de Iquique, donde le informaron que su bebé, la pequeña Trinidad, se encontraba sin signos vitales.
¿En qué consiste la Ley Trinidad?
Con el caso de Adriana y la pequeña Trinidad volvió a estar en la palestra el proyecto de ley de parto humanizado.
La Coordinadora por los Derechos de Nacimiento Chile (CDN) ha estado trabajando hace más de un año en un proyecto que promueva partos y nacimientos respetados y establezca lo mínimo que se necesita para la protección de los derechos fundamentales de la mamá y su hijo.
Según la coordinadora, miles las mujeres reciben malos tratos en los lugares de atención de salud además de intervenciones muchas veces innecesarias y prácticas obsoletas que terminan dañando la integridad física, psicológica y emocional de los pacientes, sufriendo violencia obstétrica.
Para masificar la campaña crearon una petición para el Congreso a través de la plataforma Change.org donde exigen una ley de parto humanizado en Chile.