A tod@s nos ha pasado que pensamos que encontramos el amor de la vida cuando conocemos a esa persona que nos llena y nos hace sentir cosquillitas en el estómago. En algunos casos ese es el inicio de una linda historia de amor, pero en otros se puede transformar en una gran decepción.
Esto último es lo que le habría pasado a una mujer llamada Laura, que escribió una sentida carta, titulada «Perdona, te confundí con el amor de mi vida», donde habla de cómo fue víctima de un engaño. El texto lo publicó en Facebook y se convirtió en un viral
Acá te la dejamos para que la leas. ¿Se la dedicarías a alguien?
“Y pensar que llegue a creer que eras ese amor que deja marca en el alma y en la piel, ese que se da una sola vez, ese al que algunos llaman amor de la vida.
Ahora que puedo ver con claridad, entiendo que no estabas ni cerca de lo que significa ser un amor de verdad, pues un amor sincero no causa heridas como las que tú te atreviste a causar.
Tengo que aceptar que interpretaste magistralmente tu papel, pues por un segundo llegue a creer que a tu lado todo era perfecto, que me querías como nadie más lo podría hacer.
Quién diría que en un descuido, yo descubriría tus verdaderas intenciones, la falsedad de tus promesas, la hipocresía de tus palabras.
Quién diría que no eras nada de lo que aparentabas, no tenías nada que ver con el caballero tierno que me prometió que nunca haría nada que me lastimara.
Pero como bien dicen, las verdades siempre salen a la luz, y eso paso con tus engaños, con tus premeditados y crueles actos, esos en donde creías que yo nunca descubriría que eres solo un charlatán que actúa con cobardía.
Lo cierto es que hoy por hoy agradezco haberme salvado de mí, pues si no te hubiera descubierto a tiempo, sin duda con los años, mucho más me habrías hecho sufrir.
Sin duda, lo que más agradezco de haberme alejado de ti, es que gracias a que me perdiste, encontré a alguien que lo da todo por mí, gracias a tu ausencia pude descubrir lo que significa amar y ser amada con total honestidad, sin mentiras, sinprejuicios, con total naturalidad.
Gracias a él comprendí lo equivocada que estaba al apostarlo todo por ti, tú que nunca me valoraste, tú que tanto me hizo sufrir, tú al que confundí con el amor de mi vida, ese que hoy camina de mi mano, ese que besa mis labios, ese que hoy duerme junto a mí”.