Si solías realizar ejercicio constante y por alguna razón lo has dejado de practicar, el proceso que ocurre en el cuerpo se conoce como “desentrenamiento”, el cual provoca varios cambios a nivel cardiorespiratorio, muscular y metabólico.
Además de provocar depresión, ansiedad y, según un reporte del General Hospital of Psychiatry, consecuencias para la salud mental. Estos son los cambios que te ocurrirán al dejar de entrenar:
Pérdida de masa muscular y de fuerza
Al no tener que realizar su trabajo, el músculo comienza a perder proteínas que se absorben en la circulación y se eliminan por la orina, a la vez que se va empequeñeciendo. Y es que si comes la misma cantidad que cuando hacías ejercicio, la grasa se comenzará a acumular y terminará por cubrir tus músculos.
Favorece el envejecimiento
En un cuerpo activo que acostumbra a realizar ejercicio, la capacidad del corazón para bombear sangre aumenta, mientras que el órgano está activo y fuerte. Sin embargo, al abandonar el entrenamiento y reducir el trabajo de los músculos del cuerpo, se consume menos oxígeno, la circulación se desacelera, comienza a disminuir la capacidad de los vasos sanguíneos para irrigar a más zonas y, por lo tanto, los órganos van a estar menos oxigenados. En resumen, se va a acelerar el proceso de envejecimiento.
Reaparece la ansiedad y el estrés
Sin entrenamiento te vuelves más vulnerable a los cambios de humor e, incluso, puede afectarse tu autoestima si comienzas a subir de peso. Además, no podrás dormir relajadamente como antes y te costará levantarte por las mañanas, pues estarás con baja energía.
Se pierden los beneficios de la flexibilidad
Al no realizar estiramientos durante algún tiempo, los músculos y tendones comienzan a retraerse a su longitud típica de descanso.