Los más felices con la moda de las selfies son esos odiados parásitos que viven en el cuero cabelludo y se alimentan de la sangre de las personas: Sí, los indeseables piojos.
Así, al menos, lo reveló un estudio realizado en Holanda, el cual concluyó que la fiebre por este tipo de fotos sería la responsable del incremento en el contagio de piojos entre los alumnos de secundaria de ese país.
Y cómo no. Si al momento de tomar una selfie en grupo o pareja, las cabezas permanecen más unidas que nunca, convirtiéndose en la pose perfecta para que el odiado enemigo camine de cabeza en cabeza.
«Creo que la razón es el comportamiento de los estudiantes de secundaria. Hay muchos abrazos y cuando hacen selfis, el pelo de los jóvenes entra en contacto con el de los demás y permite el traspaso de los insectos», dijo la especialista en estos parásitos Desiree Beaujan a la web de la televisión holandesa.
¿Después de esto seguirás tomándote selfies?