Según un estudio realizado por el Hospital de Bellvitge. en Barcelona, España, ser un comprador adicto, no se puede tener control de los gastos, por lo que a veces tienden a comprar cosas que no necesitan.
Cuando compras, tu cerebro libera dopamina y endorfinas, las mismas que liberas al tener relaciones sexuales o comer chocolate.
Por otro lado hay personas que al no comprar, se sienten mal y les produce un cierto enojo. Esto se le conoce como oniomanía, trastorno en el cual las personas buscan placer en las compras para aliviar sensaciones desagradables de la vida diaria.
De ser así, no todas las personas tienen esto, ya que un especialista indica que hoy en día las marcas usan muchas estrategias de consumo para que se compre más. «Las nuevas técnicas de marketing que utilizan los centros comerciales, son cada vez más fácil de caer en este problema, ya que determinados sonidos, luces, distribución de la tienda e incluso olores están estudiados minuciosamente para incitarnos a comprar», señala.