¿Cuántas veces te asomaste a la cuna de tu primer hijo para ver si respiraba? ¿Cuando tenía un poco de fiebre lo llevaste corriendo al hospital? Y es que criar al primer hijo es muy diferente a lo que pasa con el segundo e incluso con el tercero ¿Cuáles son las principales diferencias?
En general, el primer hijo tiene toda la atención de los padres, abuelos, y tíos, y como es la primera experiencia, la duda hace que los padres actúen más rápido por cualquier tema.
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También es muy común que con el primer hijo estés todo el día corriendo detrás de él cuando empieza a caminar, siempre intentando que no se golpeen, agarrándolos de la manito, e incluso llegando a ser un poco aprensivos.
Lo que pasa con el segundo hijo
A diferencia del primer hijo, con el segundo los papás se relajan más. Ya no se vive con tanta intensidad, con tanto nerviosismo, y tampoco sientes culpa al salir y dejar a tus pequeños con sus abuelos o con alguna baby sitter.
Este cambio es completamente natural y sucede ya que ambos papás ya comprenden mucho mejor la paternidad y por lo mismo saben cómo reacciones a ciertos momentos que con el primer hijo no sabían. Es por eso que el hijo de al medio es siempre el más independiente.