¿Te ha pasado que has ido a la reunión del colegio de tus hijos y todas las mamás y papás empiezan a comparar sus propias experiencias con las del resto?
Según los expertos compararse con el resto es una tendencia natural de las personas, pero puede ser muy negativa. Acá te contamos algunas razones y consejos
- Las comparaciones que hacemos o que nos hacen como padres pueden provocar que nos sobre exijamos, ansiedad y pérdida de la capacidad para disfrutar de algunas actividades.
- Si uno de los niños del curso se sacó mejor nota que tu hijo, evita compararlo y no compares los métodos de estudio que tienes en tu familia, sólo acepta que todos somos distintos y que los niños tienen distintos ritmos de aprendizaje. Otro claro ejemplo es que si uno de los compañeros es mejor para los deportes que tu hijo, no lo compares, porque de esa forma sólo lograrás que tus hijos dejen de hacer esas actividades.
- Otro buen consejo es poner metas sólo para ti y tus hijos y no hacerlo en relación a lo que logren tus amigas, vecinas o familiares. Reconoce también tus propias limitaciones y acepta las fortalezas de los demás, sin caer en la comparación y, por supuesto, enséñales a tus hijos a seguir su propio camino.