Más allá de lograr un cuerpo escultural por razones estéticas, la grasa abdominal puede ser una clara señal de enfermedades graves y puede aumentar el riesgo de presión sanguínea alta, enfermedades del corazón y diabetes.
Es por eso que es importante mantener un bajo nivel de grasa abdominal de acuerdo a nuestro peso, edad y altura. Y ojo que no es necesario pasar horas en el gimnasio o hacer dietas estrictas para disminuir dicha grasa.
Bebe menos alcohol
Aunque el alcohol no tiene porqué provocar un exceso de grasa abdominal, su consumo excesivo sí, tanto en hombres como en mujeres. Beber sin moderación ralentiza nuestra habilidad para obtener energía: baja los niveles de glucemia, interfiere en la absorción de vitaminas y minerales y dificulta el consumo metabólico de las grasas. La mayoría de los estudios epidemiológicos consideran como consumo moderado una ingesta de 20 a 40 gramos de alcohol, esto es entre dos y cinco vasos y dos o tres copas de vino al día.
Además, tiene una gran cantidad de calorías vacías sin ningún valor nutricional. Las mujeres son más propensas a almacenar la grasa creada por el exceso de calorías en las caderas, los muslos y los brazos; los hombres en la zona más baja, es decir, los repudiados michelines.
Cambia tu alimentación
Existen varios estudios con la evidencia clarísima de que la proteína es la clave para perder la grasa. En primer lugar, libera la hormona PYY, que ayuda a enviar un mensaje al cerebro de que estás saciado. Un poco en cada comida debería ayudarte a evitar comer en exceso. Además, otras investigaciones demuestran que las personas que ingieren mucha tienen niveles más bajos de esta grasa localizada porque también aumenta la tasa metabólica, lo cual hace que tengas más músculo tras hacer ejercicio.
Para acabar con el sobrepeso abdominal es importante también tener una dieta rica en ácidos grasos monosaturados, como los que encontramos en los frutos secos, el aceite de oliva o el aguacate
Entrenamientos de resistencia
Todo el mundo sabe que el ejercicio regular es necesario para adelgazar. Sin embargo, pocos se dan cuenta de que las actividades físicas de resistencia son una de las mejores maneras de hacerlo. Es también conocido como levantamiento de pesas o de entrenamiento de fuerza y mejora y mantiene la masa muscular. También ayuda acelerar el metabolismo, lo que hace que la grasa se queme incluso después de haber ido al gimnasio.
Duerme mejor
Desde hace unos años sabemos que la cantidad y calidad de nuestro sueño guarda una relación directa con nuestra propensión a engordar. Hay numerosos estudios que lo demuestran. Uno de los últimos es el dirigido por el doctor Hengyi Rao, profesor de la Universidad de Pensilvania. La investigación sugiere que la falta de sueño provoca un cambio en la actividad cerebral que nos empuja a comer más grasas.
Dormir poco, además, incrementa el estrés, y los niveles de cortisol. «Cuando el cuerpo está bajo estrés, los niveles de esta hormona pueden ser bajos durante el día y elevados por la noche», apunta Jessica Spendlove en ‘Daily Mail’
Reduce el estrés
El cortisol, conocido como «la hormona del estrés«, es esencialmente la respuesta de «lucha o huida» a situaciones que consideramos peligrosas. Aunque es normal tener ciertos niveles de cortisol en el cuerpo, Spendlove advierte de que tener una cantidad excesivamente alta puede causar problemas como irritabilidad, depresión y aumento de peso, entre otras.
Fuente: Elconfidencial